Los aparatos fijos constan de una parte cementada a las piezas dentarias (brackets, tubos, bandas, etc) que no se retiran en ningún momento, salvo por razones de tratamiento; y una parte colocada sobre dichos elementos también fija (arcos de alambre y otros aditamentos), que se irán renovando o no, de acuerdo a las necesidades de dicho tratamiento.

Actualmente existen en el mercado una gran variedad de brackets, con muy diversas prescripciones cada una, pero que básicamente podemos clasificar en dos tipos:

-Metálicos: De acero de alta calidad, presentan las ventajas de máxima resistencia (por lo que se elige en pacientes niños y jóvenes). Asimismo la baja fricción de todo el sistema al deslizamiento durante el tratamiento, lo transforma en una buena elección en casos de alta complejidad, o en casos con compromiso de las estructuras de soporte dentarias (pacientes con pérdida ósea por enfermedad periodontal, etc.)


-Estéticos: Ofrecen una solución cosmética satisfactoria en pacientes con cierto requerimiento estético durante el tratamiento.
Existen dos opciones de brackets estéticos de alta calidad:

-De material cerámico, de resina policristalina, etc., que proveen buena solución cosmética.

-De  cristal de zafiro, un material específico con una transparencia casi perfecta que desaparece completamente en el diente, independiente del tono dentario que posea el paciente. Poseen una innovadora tecnología que los diferencia de los brackets cerámicos convencionales.